El Barrio de Belem

Para mí es uno de los barrios con más encanto de Lisboa. El barrio portuario de Belem encierra mucho más de lo que los turistas creen ver a simple vista. Os recomendaría tomar el autobús 727 que os lleva hasta allí, atravesando calles empedradas, edificios de colores azules, violetas, rosas y marrones, llenos de azulejos y cerámica azul.

El Barrio de Belem está situado junto al río Tajo. Los turistas se quedan con la gran cantidad de edificios históricos que aquí se encuentran. Pero fijaros, porque hay mucho más…

Aún recuerdo la famosa Pasteis de Belem, inaugurada en 1837, una sabrosísima pastelería en la que uno se puede sentar a tomar un café y unas natillas, unos dulces, o cualquiera de sus flanes. De ahí ya estaremos preparados para visitar el Monasterio de los Jerónimos, ejemplo de arquitectura manuelina del siglo XVI.

Este monasterio fue construido en honor a Vasco da Gama, quien pasó aquí su última noche antes de emprender viaje hacia la India. Precisamente muy cerca veréis el Monumento a los Descubrimientos, realizado en 1960 para celebrar el 500 aniversario de la muerte del Príncipe Enrique el Navegante.

Desde él se tienen unas vistas preciosas del Tajo y recuerda la gran época de los exploradores portugueses. Al fondo se puede ver el moderno Puente del 25 de Abril y la estatua de Cristo Rei, una estatua que con los brazos abiertos parece daros la bienvenida al puerto de Lisboa.

Más abajo tenéis uno de los símbolos de la ciudad, la Torre de Belem. Fue construida como fortaleza en el siglo XVI por Francisco de Arruda. Sin embargo, con el paso de los años ha sido prisión y casa de aduanas. Hoy es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y es un precioso ejemplo de arquitectura manuelina.

El Barrio de Belem cuenta también con interesantes museos, como el Centro Cultural Belem, que alberga el Museo Bernardo, con una impresionante colección de arte moderno y contemporáneo. También tenéis el Museo de Fotografía Pierre Coulibeauf y el OSGEMEOS, que cuenta con una café al aire libre con unas vistas estupendas del barrio y el Tajo.

El Barrio de Belem también alberga muchos cafés y restaurantes estupendos para comer y tomar algo. Una visita a Lisboa sin pasar por este barrio con tanto encanto sería un viaje totalmente incompleto.

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