En el barrio de Chiado, uno de los más encantadores de la ciudad, se halla uno de esos bares imprescindibles en Lisboa. Se trata del Café A Brasileira, un local de estilo bohemio, con una maravillosa terraza, que suele estar siempre llena de gente, y con un interior en el que merece la pena perderse a tomar algo.
A decir verdad, os recomiendo mucho mejor tomar una copa o un café en el interior, ya que además de que se tarda un poco más en el servicio, os cobran algo más por ser terraza. Además, el interior es bohemio, típicamente portugués, y en donde tomaba café en muchas ocasiones el poeta Pessoa.
Al haberse convertido en un lugar turístico quizás últimamente han subido un poco el precio de sus refrescos, sus cafés y sus clásicos pasteles. Si habéis estado en Madrid, os recordará al célebre Café Gijón lugar emblemático de la capital española. Pero quizás este se encuentra en un lugar más animado, una calle de tiendas, teatros, restaurantes y algunas librerías.
Lo curioso del caso es que veréis mucha gente haciendo fotos dentro del local, o bien en la estatua que hay en la terraza, que representa a Fernando Pessoa sentado con una pierna cruzada sobre la otra. La decoración antigua del interior, el café fue fundado en 1905, con sus detalles de madera y la pintura de las paredes y los techos lo hacen fascinante.
Quizás es un poco pequeño para nuestro gusto, con demasiados espejos y cuadros. Tenéis que saber que suel estar siempre lleno de turistas, por lo que quizás ha perdido parte de su encanto particular. Por eso lo más recomendable es visitarlo a una hora en la que creáis que no puede haber mucha gente.
A eso de las 7 u 8 de la tarde también cuenta en ocasiones con espectáculos de artistas callejeros. Un café con historia y solera en el corazón más cautivador de Lisboa. Ir a tomaros uno acompañado de sus clásicos pasteles de nata o los pasteis de Belem.