El Pavilhao Chines

Además del buen ambiente se queda uno impresionado cuando visita en el Barrio Alto el Pavilhao Chines, uno de esos café-bar típicos en Lisboa en donde pasar la tarde-noche. Fue inaugurado hace 25 años y ofrece una carta de tés y cócteles inmejorable, traídos desde cualquier parte del mundo.

Pero tenemos que empezar hablando de su decoración tan elegante, ambientada en los años 20. El local era una antigua mercería, y da juego para incluir una serie de muebles y piezas de arte de los siglos XVIII al XX. Así que el Pavilhao Chines no sólo es un lugar típico, sino una oportunidad romántica de pasar la noche.

Curiosamente el dueño que compró el local colocó allí todos los objetos originales que coleccionaba, como cascos de la Segunda Guerra Mundial, cuadros, trenes de juguete… Nada más llegar ya te impresiona, claro. Os sentáis en una mesa y os dan una carta con las bebidas y los cócteles.

El ambiente es fenomenal, con una mesa de billar incluso. Quizás un poco caro, pero claro, el lugar hay que pagarlo, ¿no?. Pero tampoco excesivamente caro, la verdad. Una curiosidad más: si véis la puerta cerrada no creáis que no está abierto, ya que hay que llamar al timbre para entrar en el local. Eso sí, si está muy lleno os lo dirán y no podréis pasar.

La música de ambiente invita a sentarse incluso mejor en los sofás. Un lugar muy concurrido, ya que es de los más conocidos de la ciudad y viene en todas las guías de viaje. Además de noche la zona está bastante animada, con otros bares y restaurantes, por lo que lo encontraréis fácilmente.

Nosotros cuando fuimos fue muy curioso, porque te ves a todo el mundo mirando sin parar el local, señalando las infinitas curiosidades que encontraréis en él. Está claro que no os quedaréis en absoluto sin conversación, por lo que para sorprender a alguien es un sitio estupendo. Para original la mezcla entre la decoración y la vestimenta con pajarita de los camareros.

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