Plaza del Comercio

Uno de esos lugares para quedar en Lisboa sin pérdida alguna es la Plaza del Comercio, la más importante de la ciudad. Está situada junto al río Tajo y su edificio principal es un gran edificio porticado con una gran puerta, a la que llegaban los principales barcos mercantes. Hasta 1755 albergaba el palacio real, destruido por el terrible terremoto de ese año.

En la parte norte de la plaza se halla el Arco Triunfal da Rua Augusta, que da paso precisamente a la calle del mismo nombre, inicio del barrio de la Baixa, muy transitada y llena de gente siempre. Data de 1873 y se construyó para conmemorar la reconstrucción de la ciudad tras el terremoto de 1755. Cuenta con las estatuas de Vasco da Gama y el Marqués de Pombal, principal precursor de la reconstrucción de la ciudad.

En la misma plaza también veréis la estatua ecuestre del rey portugués José I, de 14 metros de altura, rey que ejercía el poder en el país cuando sucedió el terremoto de Lisboa. Estos elementos y sus galerías porticadas, que hoy albergan oficinas administrativas y restaurantes, son sus principales características. Como véis, esta plaza es un recuerdo de uno de los episodios más trágicos de la historia de Lisboa.

Además de monumentos e historia, la Plaza del Comercio es una enorme plaza para pasear y descansar. También os podéis acercar hasta la estación fluvial de Cais do Sodré para tomar algún barco y hacer una excursión por el Tajo. Desde la plaza también suelen partir los típicos autobuses turísticos que recorren la ciudad.

Como plaza rectangular y enorme, hay que decir que es el lugar a donde vienen los lisboetas a celebrar la Fiesta de Fin de Año. Resulta imprescindible visitarla en cualquier momento del año, ya que la vista que se tiene del río Tajo es preciosa, sobre todo en los días claros y soleados.

Seguro que no podéis marcharos de Lisboa sin acudir a esta plaza y haceros unas cuantas fotos junto al río, la Puerta Augusta y la estatua de José I.

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